Nombres comunes: Aeonium Kiwi, Aeonium Tricolor
Aeonium haworthii «Kiwi» es una hermosa suculenta con rosetas verdes y amarillas, con rosa en los bordes. Tiene flores amarillas en el verano.
Los Aeonium son nativos de Madeira, las Islas Canarias y el norte de África, por lo que necesitan protección durante el invierno cuando se cultivan en climas fríos. Lucen particularmente bien en macetas de terracota.
La Aeonium haworthii «Kiwi», como la mayoría de los aeoniums no son plantas difíciles de cultivar siempre que sigas unas reglas básicas que a continuación te detallamos:
Los exquisitos colores de la Aeonium Kiwi dependen de la luz solar. Sin embargo, esta suculenta se quema fácilmente. Un par de horas de luz solar directa al día deberían mantener feliz a la planta (siempre que no esté a altas temperaturas). También crece bien sin luz solar directa, aunque los colores no serán tan vibrantes. Mientras está en el interior, una ventana orientada al este o al oeste (en el hemisferio norte) es ideal para que tu Kiwi no reciba demasiada luz solar directa.
No resiste bien temperaturas constantes por debajo de -2ºC, por lo que es mejor plantar esta suculenta dentro de casa o en un recipiente que puedas llevar dentro de casa en invierno si vives en zonas donde se alcanzan estas temperaturas en invierno.
Las raíces poco profundas de la Aeonium Kiwi o Tricolor requieren un riego más ligero y más frecuente que otras suculentas. ¡Sin embargo, no te excedas! Riega una vez por semana en invierno y primavera. Aeonium Kiwi prospera en la humedad, pero el suelo nunca se debe quedar encharcado.
Permanece inactiva en verano y no necesita agua en este momento, a menos que esté realmente seco. Las hojas pueden enroscarse para evitar la pérdida de agua por evaporación. Esto se puede evitar manteniendo la planta dentro de casa durante el verano.
Poca agua hará que la planta se decaiga y las hojas se arruguen. Por el contrario, el exceso de agua produce hojas blandas y descoloridas.
Lo mejor es usar el método de “empapar y dejar secar”, permitiendo que el suelo se seque completamente entre riegos.
Los Aeoniums no requieren fertilizantes, pero sin duda les ayudan. Si decides abonarlas, usa un fertilizante líquido equilibrado de riquezas medias. Tu Kiwi Aeonium debe ser alimentado una vez al mes durante la temporada de crecimiento y no durante la época de dormancia.
También puedes usar un fertilizante universal para plantas de interior con una baja concentración de nitrógeno y aplicarlo diluido a la mitad de la concentración indicada cuando riegues durante la temporada de crecimiento.
Aeonium Kiwi prefiere que su suelo sea ligeramente ácido o neutro en pH.
Como el resto de suculentas, necesita un sustrato con una buena capacidad de drenaje para asegurar que el suelo no se encharque y las raíces se pudran. La maceta debe tener un agujero de drenaje.
Trasplanta tu aeonium cuando sea necesario, pero es mejor hacerlo al final del verano, cuando termina su periodo de dormancia. Tu planta se alegrará de tener más espacio para desarrollarse. Si tienes dudas sobre cómo hacerlo, sigue los pasos descritos en este artículo.
No muchas plagas afectan a los Aeoniums Kiwi, sin embargo, en la rara ocasión en que lo hacen, es muy probable que sean cochinillas o pulgones.
Las cochinillas son insectos que se alimentan de la savia de la planta. Son de color blanco y dejan sacos de huevo de algodón. Dejadas solas, las cochinillas acabarán matando la planta. Elimínalas lavando tu suculenta con jabón insecticida o jabón líquido para fregar platos mezclado con agua.
Los pulgones al igual que las cochinillas, pueden atraer hormigas. Elimina los pulgones con jabón insecticida. Para prevenirlos, usa tierra de diatomeas, aceite de neem o mariquitas.
Recuerde que el mejor y, a veces, el único método de prevención es detectar infestaciones temprano.
Cuando se trata de Aeoniums Kiwi, la amenaza más común es la pudrición de la raíz. Esto es causado por el exceso de humedad y conduce a infecciones bacterianas. Notarás que las raíces se vuelven blandas y descoloridas.
Para evitar la pudrición de la raíz, verifica con frecuencia que el suelo está drenando adecuadamente. Si la pudrición ya está presente en tu suculenta, deberás replantarla. Después de retirarla de su recipiente, corta las raíces podridas con un cuchillo estéril. Replanta tu Kiwi en tierra nueva y seca y déjalo reposar durante un par de días antes de regar.
Las manchas marrones o negras crujientes en las hojas son quemaduras solares. Puedes prevenirlas manteniendo tu Kiwi Aeonium fuera de la luz solar directa y el calor. Sin embargo, una vez que el daño está hecho, no puedes eliminar las manchas, solo puedes retirar la planta del sol para evitar males mayores.
Aeonium Kiwi se magulla fácilmente. Los moretones son decoloraciones marrones en las hojas que no causan daños duraderos. Prevén los moretones manejando tu suculenta con cuidado.
Por último, un problema común con las suculentas es la etiolación: tallos estirados. Esto es causado por la falta de luz solar y se puede prevenir fácilmente. Si tu Aeonium Kiwi se estira demasiado, puedes dejarlo como está o cortar sus tallos para propagarlos y crear nuevas plantas.
Se reproduce con facilidad a través de esquejes o por decapitación. También se puede propagar por por semillas pero el proceso es muy lento.
Esta suculenta se ramifica abundantemente, por lo que tendrás muchas ramas a partir de las que conseguir nuevas plantas.
Corta una de las rosetas con unas tijeras o cuchillo afilado y desinfectado. El corte se debe hacer dejando unos 5 o 6 cm por debajo de las últimas hojas sanas de la roseta, para que la cabeza tenga suficiente tallo para plantarla luego en el suelo.
Deja que tanto la base como la cabeza sequen las heridas al aire durante unos días antes de plantarla sobre un suelo seco. Espera otro par de días que la cabeza se asiente en el suelo antes de regar por primera vez.
A continuación puedes ver unas fotos de Aeonium haworthii «Kiwi» sacadas de la web de Etsy donde puedes comprarlas online:
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