La Haworthia es una encantadora planta suculenta en miniatura originaria de Sudáfrica, y es una de las plantas de interior más atractivas y fáciles de cuidar. En este artículo te contamos los cuidados generales y consejos de cultivo y reproducción de las distintas variedades de Haworthias.
Haworthia es un género de suculentas de pequeño tamaño que engloba unas 150 especies. Al igual que las suculentas de los géneros Aloe, Gasteria y Astrolaba, estas plantas son miembros de la familia Asphodelaceae.
La mayoría son endémicas de Sudáfrica, pero algunas de ellas tienen su origen en los países vecinos de Swazilandia, Namibia y Mozambique.
Algunas de las especies clasificadas originalmente dentro del género Haworthia han sido trasladadas a los nuevos géneros Haworthiopsis y Tulitsa.
Una Haworthia común se caracteriza por sus racimos frondosos en forma de roseta, apretados. Algunas son firmes, resistentes y de color verde oscuro, mientras que otras especies son más suaves e incluso translúcidas. Los de la variedad firme, de color verde oscuro, generalmente están salpicados de manchas blancas y pueden volverse de un rico tono rojo púrpura cuando se exponen a pleno sol.
En algunas especies crece un tallo de hasta 50 cm de largo del que pequeñas flores, generalmente blancas, crecen en delgadas inflorescencias.
El nombre de Haworthia se les dio en honor del botánico y entomólogo británico Adrian Hardy Haworth.
Haworthias son más habitualmente cultivadas en macetas como suculentas de interior, pero puedes sacarlas al exterior en verano.
Aunque algunas plantas Haworthias prefieren el sol directo y brillante, la mayoría prefiere lugares más protegidos del sol y crecen muy bien en sombra parcial. En su hábitat natural, suelen crecer a la sombra de arbustos o bajo la sombra que proporcionan salientes rocosos. Esta adaptación natural hace que sea una buena opción para cultivar en interiores con poca luz como casas y oficinas.
Coloca tus macetas en un lugar que reciba suficiente luz, pero protegida de los rayos de luz en las horas del día más calientes. Cuando las hojas amarillean, se vuelven blanquecinas o tiñen sus puntas de rojo, suele ser un indicio de que tu Haworthia recibe demasiada luz.
Al contrario, periodos prolongados en lugares oscuros o poco iluminados, debilitan la planta.
A las Haworthias no les gusta estar en un suelo mojado demasiado tiempo, por lo que es importante plantarlas en un sustrato con un buen drenaje. En su hábitat natural suelen crecer en suelos arenosos y zonas rocosas.
Si tienes dudas de que suelo usar, utiliza una mezcla de suelo especial para suculentas y cactus que puedes encontrar online y en cualquier vivero (como esta, o esta) o también puedes crear tu propia mezcla.
Es mejor plantarlas en macetas poco profundas, pero algunas especies tienen raíces grandes y gruesas que requieren una maceta más profunda. En todo caso, asegúrate de que la maceta por lo menos tiene un agujero de drenaje para el exceso de riego.
Las Haworthias prefieren temperaturas cálidas en verano pero frías en invierno. En invierno, cuando comienza su periodo de descanso, colócalas en un cuarto sin calefacción, que mantenga una temperatura fresca. Sin embargo, no les gustan las temperaturas demasiado frías, inferiores a 4ºC. Algunas variedades de Haworthias pueden soportar temperaturas cercanas al punto de congelación durante cortos periodos de tiempo, pero es mejor no arriesgarse.
Son una de las suculentas más fáciles de mantener, apenas necesitan cuidados, por lo que son excelentes para cultivar en casa.
Estas plantas tienen una gran resistencia a la falta de agua pero, por el contrario, el exceso de riego puede rápidamente conllevar la pudrición de sus raíces.
Desde la primavera al otoño utiliza el método de regar y dejar secar, es decir, riega solo cuando el suelo se ha secado por completo. Si colocas una bandeja o un plato bajo las macetas, retira el agua que escurre después de regar. El tiempo entre riegos dependerá de la temperatura y la época del año.
En invierno, durante su periodo de reposo, reduce los riegos, solo lo suficiente para que las hojas no se arruguen.
Las Haworthias son suculentas de crecimiento lento y no necesitan demasiado alimento, pero como cualquier planta se beneficiarán de un poco de fertilizante orgánico a mitad de primavera, cuando comienza su periodo de crecimiento activo.
En el caso de trasplantarlas a una nueva maceta con nuevo sustrato, no fertilices durante el primer año.
Muchas Haworthias pueden permanecer en la misma maceta y con el mismo suelo durante muchos años y mantenerse en perfectas condiciones, pero como todas las plantas, pueden beneficiarse de un trasplante a una maceta más grande con nuevo sustrato cada dos o tres años.
Algunas variedades desarrollan numerosos hijuelos que salen de la base de la planta madre y acaban formando grandes grupos. Cuando veas que la maceta se le empieza a quedar pequeña para tantos hijuelos, es el momento de trasplantarla a un contenedor más grande y proporcionarle nuevo suelo lleno de nutrientes.
La primavera es la época adecuada para trasplantar las Haworthias, pero también puede hacerse al principio del verano. Asegúrate de que el suelo está seco y retira la maceta con cuidado. Quita todo el suelo viejo que puedas con cuidado de no dañar las raíces y aprovecha para observar si están en buenas condiciones o la presencia de plagas. Igualmente, retira las hojas secas y arrugadas de la base.
Coloca la planta en una nueva maceta con un sustrato fresco y deja la planta que repose durante una semana en su nuevo ambiente antes de regarla por primera vez. Los primeros riegos deben ser ligeros para prevenir problemas de pudrición de raíces.
La forma más frecuente y fácil de propagar las Haworthias es mediante hijuelos basales, pero también pueden ser propagadas mediante hojas y semillas.
Además de ser el método más fácil de propagar las Haworthias, la propagación por hijuelos también ayuda a mantener la planta con una forma agradable. El momento adecuado para hacerlo es el momento en el que vayamos a trasplantar la planta madre a una maceta más grande.
Casi todas las Haworthias desarrollarán hijuelos antes o después. Los hijuelos deben ser retirados solo cuando ya hayan desarrollado sus propias raíces. Una vez separados de la planta madre, permite que se sequen al aire unos dos o tres días antes de colocarlos en macetas pequeñas individuales con una mezcla de suelo con buena capacidad de drenaje. Coloca las macetas en un lugar soleado y cálido y riégalas cuando su suelo esté seco.
Las variedades de Haworthia que no desarrollan hijuelos o que raramente lo hacen pueden ser propagadas mediante hojas. Cada hoja de una planta de Haworthias puede, potencialmente, convertirse en una nueva planta. Elige una hoja sana y arráncala de la planta llevándote con la hoja parte del tejido del tallo principal. Permite que la hoja cicatrice la herida durante unos días y colócala en una nueva maceta enterrada ligeramente con la parte donde se sujetaba al tallo dentro de la tierra.
Mantén la maceta en un lugar que reciba sol directo y riega cuando la parte superior del suelo se seque.
La propagación por semillas en el método más lento pero en ocasiones es la única manera de conseguir añadir a tu colección algunas variedades raras de Haworthia.
La primavera o el otoño son la época adecuada para plantar las semillas de Haworthia. Usa una buena mezcla de suelo con buen drenaje. Coloca las semillas sobre la superficie y presiónalas ligeramente con los dedos. Mantén el sustrato húmedo hasta que las semillas germinen pasadas unas 1-2 semanas.
Las nuevas plantas pueden ser trasplantadas a macetas individuales cuando tengan 1 o 2 años.
La única plaga que afecta a las Haworthias son la cochinilla algodonosa. Afortunadamente son relativamente fáciles de controlar, bien quitándolas a mano o usando un insecticida estándar.
Lo primero que debes hacer es separa la planta infectada de otras plantas. Rocía la planta con agua a presión (con un bote con difusor, por ejemplo) para que se despeguen algunos de los ácaros. El aceite de neem es bastante eficiente contra los ácaros. Un jabón insecticida también es efectivo en el control de esta plaga.
En ambientes y suelos demasiado húmedos, las Haworthias son susceptibles a bacterias que pudren las raíces. Los síntomas habituales de podredumbre de la raíz son la falta de crecimiento de la planta, reducción del tamaño de las hojas y hojas arrugadas. En ocasiones, la pudrición se puede extender al tallo, resultando en la muerte de la planta.
Los Haworthias no se consideran como tóxicas ni para las personas ni para los animales.
Estas son alguna de las variedades de Haworthias mas buscadas y apreciadas en jardinería, paisajismo y entre los amantes de las suculentas:
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