Collar de Rubíes
La Othonna capensis o Collar de Rubíes es una bella suculenta colgante con tallos leñosos, largos y de un rojo o púrpura brillante, con hojas carnosas en forma de «pepinillos». Las hojas pueden variar en color, desde el verde al morado o al rojo burdeos dependiendo de la luz que reciban.
Normalmente entre primavera y otoño (aunque pueden aparecer en cualquier momento del año), a partir de unos pedúnculos largos y erguidos que sobresalen del follaje florecen sus pequeñas flores amarillas, similares en su forma a margaritas.
La Collar de Rubíes o Othonna capensis es una suculenta con una forma original y fácil de cultivar. Crece rápido y sin necesidad de prestarle una especial atención. Normalmente crece hasta unos 5 cms en altura antes de empezar a caer y sus tallos colgar del borde de la maceta, por lo que es ideal para colocarla en macetas colgantes desde donde cae en forma de cascada de forma espectaculas. Si se cultiva en el suelo del jardín se puede usar como planta rastrera como cobertura o en jardines de rocalla bien soleados.
La Othonna capensis o Collar de Rubíes tiene las necesidades de riego típicas de las suculentas. Es mejor usar el método de “empapar y dejar secar”, permitiendo que el suelo se seque completamente entre riegos.
En los meses cálidos entra en su periodo de latencia, por lo que no crece en esos meses, y se debe disminuir el riego y protegerla del sol directo.
Temperatura: no es resistente a temperaturas bajo cero continuadas, por lo que si vives en ambientes con inviernos muy fríos, es mejor plantarla en macetas que puedas llevar al interior en los meses más fríos, y colocarla en un lugar bien soleado.
Luz: si bien en invierno, durante su periodo de crecimiento, deben recibir cuanta más luz posible, en verano es conveniente protegerlas de la luz directa y el calor extremo. En los meses de crecimiento les gusta estar más húmedas, frescas.
Suelo: como la mayoría de las suculentas, las Collar de Rubíes prefiere un suelo suelto que drene bien, como las mezclas que venden preparadas para cactus y suculentas. Cultivada en maceta, es esencial plantarla en un contenedor que tenga como mínimo un agujero de drenaje. Es importante que desarrollen bien el sistema radicular, por lo que es mejor plantarla en macetas más bien planas y poco profundas, para que no vayan al fondo en busca de agua.
Este tipo de plantas no requieren de una fertilización especial siempre que el sustrato en el que se planten sea de buena calidad y no rehusado. Dicho lo cual, como cualquier planta suculenta, se beneficiarán de una abonado de vez en cuando. Cualquier fertilizante para suculentas y cactus del mercado les irá bien.
La Othonna capensis se propaga con facilidad mediante esquejes de sus tallos.
Simplemente corta un trozo de uno de sus largos tallos con un cuchillo afilado y limpio o con unas tijeras. Deja que el corte se seque y cicatrice durante un par de días. Planta el esqueje en una maceta con una buena mezcla de suelo. Riégala cuando el suelo esté completamente seco.
No es necesario trasplantar la Collar de Rubíes con frecuencia. Hazlo solo cuando creas que la maceta se le ha quedado pequeña o cuando es poco profunda para sus raíces, que generalmente suele ser cada dos años.
Cotyledon tomentosa o Patita de Oso.
También es perfecta en cualquier arreglo con suculentas como elemento colgante.
Senecio radicans o Collar de Plátanos, especialmente cuando las hojas del Collar de Rubíes están verdes.
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