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Cómo cultivar suculentas: 5 consejos básicos

En este artículo te enseñamos cómo cultivar suculentas a través de 5 consejos sencillos que garantizarán una vida larga y feliz a tus plantas suculentas.

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¿Se le caen las hojas a tus plantas suculentas? ¿No sabes por qué tus plantas no crecen? Cultivar suculentas no tiene por qué ser difícil siempre que conozcas algunos conceptos básicos.

De hecho, las suculentas pueden ser una planta de muy bajo mantenimiento que lucen estupendamente durante todo el año. Los cinco consejos a continuación son simples y fáciles de seguir, ¡pero harán una gran diferencia en la forma en que tus suculentas se desarrollan!

#1. Más agua pero menos frecuente

Ya sé que esto es un consejo frecuente que habrás oído muchas veces, que demasiada agua no es bueno para las suculentas, ¡y es verdad! Es una parte crucial del cultivo y cuidado de las suculentas. Casi he perdido un par de plantas debido al riego excesivo, ¡así que realmente no puedo enfatizarlo lo suficiente!

Sin embargo, a las suculentas les gusta que el suelo se empape totalmente y luego se seque completamente antes de volver a regarlas. Así que re recomiendo que sigas el método de «empapar y dejar secar» que explicamos en este artículo.

Como regla simple, cuanto más gruesas son las hojas de una suculenta, menos agua necesita.

#2 – Las suculentas necesitan sol: cuanto más mejor

Cuando las suculentas están en el interior, a menudo es difícil para ellas obtener suficiente luz solar. En el exterior, generalmente necesitan alrededor de 6 horas de luz solar directa e indirecta cada día.

En el interior de tu hogar u oficina, debes colocar tus suculentas cerca de una ventana que reciba luz solar durante casi todo el día. Si esta no es una opción en tu caso, debes colocarla en la ventana o parte de tu casa u oficina que reciba más luz solar.

La etiolación es una condición que ocurre en las plantas cuando no hay suficiente luz. Si bien puede afectar a todo tipo de plantas, las suculentas son altamente susceptibles: pueden comenzar a mostrar los efectos después de verse privadas de las condiciones de luz adecuadas durante tan solo dos semanas.

La etiolación provoca que la planta se desfigure, sufriendo un estiramiento severo, blanqueamiento o decoloración y un crecimiento débil en general.

#3 – Prántalas en el suelo correcto

Como regla general, usa un 50 por ciento de tierra para macetas y 50 por ciento de perlita o piedra pómez.

Esta combinación funcionará sin problemas para casi todas las suculentas disponibles en los centros de jardinería. Sin embargo, las suculentas que son más gruesas, tanto en tallos como en hojas y que por tanto retienen más agua, pueden beneficiarse de una mayor proporción de materiales de con buen drenaje.

Mientras, aquellas que son más delgadas y con tallos con hojas más pequeñas y delicadas pueden beneficiarse de un aumento del porcentaje de sustrato común para macetas, que generalmente retiene más agua.

La proporción ideal también se ve afectada por la frecuencia de riego y la cantidad de atención que prestas a tus plantas. Puedes observar como tus plantas se comportan y adaptar la cantidad y frecuencia de riego en función de la planta y el sustrato donde están plantadas.

#4 – La importancia del contenedor o maceta

Parte de la curva de aprendizaje para el riego y el cultivo adecuados también depende de la elección de los contenedores.

La cerámica hermosa, la arcilla simple, el plástico y las soluciones poco convencionales, como un zapato viejo o una calabaza hueca, tienen diferentes efectos sobre las prácticas de riego y la retención de humedad en el suelo.

Cualquiera que sea tu elección, es imprescindible que el contenedor tenga al menos uno o varios, agujeros de drenaje en el fondo. De lo contrario, todo tu esfuerzo para desarrollar una mezcla de tierra con buen drenaje será en vano: si el agua no puede atravesar toda esa tierra buena y porosa y salir del contenedor, ¡tu maceta se convertirá en un pantano!

En muchas ocasiones, las plantas de interior suelen estar puestas sobre algún tipo de plato o similar para evitar dañar los muebles u otras superficies de la casa. Asegúrate de que cuando riegues tus suculentas este plato no esté completamente lleno de agua, ya que esto inevitablemente terminará como un problema de pudrición de la raíz.

La práctica más segura es regar todas las plantas en un fregadero o bañera y devolverlas a sus platos después de que hayan dejado de gotear.

#5 – Vigila posibles plagas e insectos

Si tus suculentas son residentes permanentes en el interior de tu casa, las plagas no suelen ser un problema. Sin embargo, si pasan los días más agradables del año al aire libre, o si las adquiriste recientemente en un vivero, entonces podrían estar transportando e introduciendo bichos no deseados en tu hogar.

Los intrusos más probables son las cochinillas, los pulgones y los ácaros. Los caracoles y las babosas son principalmente un problema al aire libre, pero a veces se pueden encontrar haciendo autostop o en una maceta que se lleva adentro en invierno.

Por lo tanto, inspecciona tus macetas antes de meterlas en casa.